A dos amigos míos les picó el «bichito» de empezar sus propios negocios digitales…
… y se dedicaron a investigar las mejores historias sobre emprendedores que han levantado imperios en internet.
Ambos querían construir un negocio que les permita darle una gran calidad de vida a sus familias.
De hecho, los dos tomaron el mismo curso de emprendimiento, en la misma escuela digital, y ambos se comprometieron a desarrollar con disciplina sus negocios durante los próximos meses.
Pues bien, pasó medio año…
… y uno de ellos inició su negocio.
Luego de un par de tropiezos, se levantó, hizo algunos ajustes y ahora tiene un negocio que le está generando casi la misma cantidad de dinero que el salario mensual de su actual empleo y está considerando renunciar a éste para dedicarle más tiempo a su negocio.
Mi otro amigo todavía está luchando. Aún no arrancó su negocio. Sigue analizando su producto, buscando «metodologías innovadoras» de design thinking, business model canvas, neuromarketing, etc., y constantemente se pregunta por qué los negocios no funcionan para él.
¿Cuál crees que sea la diferencia?
¿Por qué parece que todo sale bien para algunos emprendedores mientras que otros «nunca le encuentran el truco»?
La respuesta es sencilla:
Velocidad de Implementación
En estos 13 años que estoy involucrado en los negocios digitales, he asesorado y mentorizado a cientos de emprendedores.
Los que son realmente exitosos y consiguen los resultados que desean, son quienes dicen, «Bien… voy a aplicar esto ahora mismo».
Se mueven de inmediato, actúan, testean, siguen testeando y continúan mejorando.
Ellos también saben que la «suerte» como emprendedor, no es otra cosa que realizar todas las acciones necesarias, una tras otra… una tras otra.
A veces la gente ve a un emprendedor o el lanzamiento de un producto digital que ha tenido éxito y dice, «¿Cómo así le fue bien? ¡Qué suertudo!».
Lo que la gente no ve, es que un emprendedor exitoso ha creado decenas o incluso CIENTOS de productos, videos, campañas publicitarias, etc. antes de ‘ese’ que hizo despegar su negocio.
Ellos crearon su propia suerte generando constantemente muchas «piezas de marketing»
De mis dos amigos que mencioné al inicio, ambos decidieron usar el marketing con videos en YouTube como estrategia para promocionar su negocio.
Ese es el medio que les enseñaron a dominar en el curso que tomaron.
El que tuvo éxito, trabajó en crear videos consistentemente. En sus primeras semanas creó 10 videos sobre temas relacionados a su negocio.
El que no tuvo buenos resultados, se quedó analizando el contenido de su primer video, mientras que el exitoso ya tenía 10 videos en YouTube…
… que no eran para nada perfectos, pero al fin y al cabo tenía 10 videos que trabajaban para él.
¿Quién tuvo más probabilidades de que alguno de sus videos fuera visto y compartido miles de veces?
Obviamente, el que publicó más videos.
Cada video no fue un éxito rotundo, pero funcionó lo suficientemente bien para ir generando visitas a su producto y construyendo sus ganancias.
Ese es la razón por la que el perfeccionismo es un gran enemigo de los emprendedores.
Si te quedas esperando a tener todo perfecto, no vas a construir ni consolidar nada.
Si nunca asumes riesgos, no serás capaz de ver las ganancias.
Bien, ahora te voy a contar un pequeño secreto que la mayoría de expertos en negocios digitales comúnmente no te dicen:
No todo lo que los emprendedores hacemos, funciona
Ese es un hecho importantísimo de un negocio (en internet o fuera de internet).
El redactor publicitario no siempre escribe una página muy persuasiva.
El desarrollador de productos no siempre crea un éxito en ventas.
El experto en publicidad digital no siempre genera ganancias con cada campaña.
El escritor no siempre crea una obra que trascienda.
Entonces, ¿qué es lo que se necesita para ser un ganador?
Hay que trabajar, practicar y testear hasta que encuentres ESA campaña que te genera un retorno positivo…
… y luego que la encontraste, debes seguir mejorando y optimizando eso que ya te funcionó.
Debes seguir pateando al arco hasta que metas gol
¿Hay algún jugador de fútbol que cada vez que dispare al arco meta gol?
No.
En realidad, fallan más de la mitad de las ocasiones que patean al arco.
Piensa en eso la próxima vez que escuches a algún «experto» hablando de todos sus éxitos.
¿Estás dispuesto a continuar pateando al arco? ¿Estás dispuesto a fallar varios de tus disparos?
Es probable que alguna vez tires la pelota a la tribuna.
Ese es el precio de un emprendedor exitoso.
Sígueme en tu plataforma favorita:
Instagram – Facebook – Twitter – YouTube
Hola Carlos buen articulo, todo lo que describes es el camino que transita todo emprendedor e incluso aun cuando es experto ya que como bien dices no todo sale bien siempre. saludos
Genial, Germain. Que estés bien.
Me encanto!!…gracias
Saludos, Laura.
Eres muy acertivo en tus Palabras, siempre hay patosa al arco, en cualquier momento el portero se mueve para el otro lado y es gol, y hasta que dices, que fácil es, pero ya has tenido que parias mil veces hasta afina la puntería
Exacto Jhon, así es como sucede.
Carlos, siempre concuerdo con tus enseñanzas!!… Me gusta tu estilo: "Directo, al grano, sencillo pero eficaz, veraz, comprometido, con el real espíritu de ayudar a otros emprendedores"… Gracias por tu continuo trabajo y que muchos más éxitos vengan por delante.
Muy importante lo que dices, un emprendedor de éxito siempre será Disciplinado, Constante y Aplica en forma Masiva todo lo que aprende…
Abrazos desde Chile!!…
¡Genial, Cristian! Un abrazo desde Perú hasta Chile ;)
Carlos está tan bueno y tan REAL este artículo, que por primera vez me animo a comentar, porque ésta es una realidad que más de uno hemos sentido o estamos viviendo! GRACIAS!!
Así es, Carlos Arturo. La clave es la velocidad de implementación una y otra vez. Saludos!
Hola yo pienso que hay que ser soñadores para luego ser hacedores, se necesita mucha mentalidad para logarr combinar las dos cosas, es mi olpinion.
Ah claro… sin una mentalidad a prueba de balas no se logra nada Laura. Todo parte de un sueño. A lo que me refiero en el post es que los proyectos no se queden en sólo eso, proyectos. Que los sueños no se queden en sueños, sino que implementemos rápido nuestras ideas y que dediquemos nuestro tiempo a hacer, tanto o más que soñar.
Excelente, eso es lo que necesitamos los emprendedores latinos, que lamentablemente no nos enfocamos y menos tomamos acción y luego nos lamentamos con todo el mundo de lo mal que nos trata la vida, que la suerte no nos acompaña.Tienes toda la razón en decir que el éxito esta en tomar acción masiva y eso es lo que lleva al emprendedor a conseguir metas.
Gracias por tu excelenteartículo
Un saludo, Nestor.
Excelente artículo. Es así!!!
Saludos, Hugo.
Hola Carlos, en realidad es muy raro que yo comente algo, ahora lo estoy haciendo porque tu articulo me pareció estupendo y me movió a hacerlo, siempre hay que soñar, tener una idea que es la que te mueve a realizar, pero para realizar hay que poner manos a la obra y hacer, dejar de estar soñando, tienes razón, no importa si te equivocas, eso se corrige sobre la marcha pero lo importante es ser realizador, felicitaciones Carlos tu articulo está muy bueno.
Genial, Romualdo. Esa es la idea. Definir una estrategia y actuar.
¡Saludos!
Muy interesante el artículo considero resaltar lo de hacer lo que piensas que es bueno para vos aún y cuando no se tenga todo perfecto
Exacto, Mauricio. El momento perfecto no existe.
La verdad todo lo que decis es muy cierto y vas al punto siempre provocando ese clic en nuestras cabezas que nos ayudan a avanzar con la motivación que provocas
Buenísimo, Gonzalo. Me alegra muchísimo que el contenido te haga clic para avanzar. ¡Abrazo!
Excelente artículo, el perfeccionismo es el enemigo del emprendedor. Gracias Carlos, ya se que leer cada vez que me pierda en mis intentos.
Yamileth, qué gusto tenerte aquí en el blog ;) ¡Un abrazo!
Hola Carlos, excelente tienes mucha razón buscando hacerlo muy bien o perfecto, se nos pasa todo el tiempo a la final no hacemos nada y luego buscamos en otro lado. Saludos.
El titulo es incorrecto, son sonadores hacedores, si no tienes un suenio, una idea primigenia, una meta, no te diferencias del bruto que hace por hacer.